Hájí Mírzá Hasan-i-Adíbu’l-`Ulamá, conocido como Mírzá Hasan, o Adíb, era un eminente seguidor de Bahá’u’lláh. Fue denominado Mano de la Causa de Dios, e identificado como uno de los diecinueve Apóstoles de Bahá’u’lláh.
Mírzá Hasan nació en Talaqán en septiembre de 1848. Su padre era un eminente clérigo islámico, lo que hizo que Mírzá Hasan recibiese su educación en Teherán y Mashad, como era usual. Adíb se convirtió en el líder de la Oración del viernes en el Darul’l-Funun, la primera facultad técnica establecida por el Sháh, donde recibió su título de Adíbu’l-‘Ulamá. En 1874 consiguió trabajo, de parte de un príncipe, y escribió varias enciclopedias.
Tras su conversión a la Fe Bahá’i, fue expulsado de su trabajo. Su aceptación, fue el resultado de muchos amigos, incluyendo a Nabíl-i-Akbar, quien le invitó a que investigase las enseñanzas. En 1889 se declaró oficialmente Bahá’i, y pronto se convirtió en uno de las 4 Mano de la Causa de Dios, designado por Bahá’u’lláh.
Tras el fallecimiento de Bahá’u’lláh en 1892, Mírzá Hasan se convirtió en un personaje fundamental en la lucha contra los Rompedores del Convenio en Irán. Más tarde participó en una serie de reuniones, que desembocaron en la creación de la Asamblea Espiritual Central de Teherán, la cual se convirtió en la Asamblea Espiritual Nacional de Irán, y se convirtió en el presidente de este.
En 1903 viajó hasta Isfahán, donde quedó muy impresionado. Desde ahí, visitó también Shiraz, Bombay, y ‘Akká, donde Abdu’l-Bahá le instruyó a viajar junto a un Bahá’i americano hacia la India y Burma, para ayudar a extender el mensaje de la Fe Bahá’i en esas áreas.
Tras volver a Teherán, falleció el 2 de septiembre de 1919
0 comentarios:
Publicar un comentario