Varqá, llamado Mírzá ‘Alí-Muhammad (1896), fue un eminente seguidor de Bahá’u’lláh. Varqá fue denominado como Mano de la Causa de Dios por Abd’ul-Bahá, e identificado como uno de los 19 Apóstoles de Bahá’u’llah. Bahá’u’lláh escribió una tabla dirigida a Varqá, trantando la alta estación que tienen los mártires.
Varqá es bien conocido como el padre de Rúhu’lláh. Los dos, de entre una gran lista de personas, en ser martirizados en 1896 por las autoridades en Irán por ser Bahá’is.
El ejecutor, Hajibu’d Dawlih, estaba particularmente enfurecido con sus prisioneros, y trajo a Varqá y Rúhu’lláh a una habitación interior. La calma con la que VArqá respondia a las prguntas que lanzaban sus captores, saco de quicio a éstos. El ejecutor le clavó una daga en el pecho a Varqá, y preguto “¿cómo estas?”, a lo que Varqá contestó, “sintiéndome mejor que usted”. Hajibu’d Dawlih le preguntó entonces por la persona que debería de morir primero, Varqá, o su hijo, a lo que éste respondió “para mi es lo mismo”.
Hajibu´d Dawlih, junto a cuatro de sus hombres, comenzó entonces a desgarrar el cuerpo de Varqá en frente de su propio hijo. ´tras eso, a Rúhu’lláh le fue ofrecido ser adoptado, buena educación, y una buena posición en el gobierno, pero éste contestó que quería encontrarse con su padre. Al escuchar esto, Hajibu’d Dawlih estranguló a Rúhu’lláh hasta la muerte. Tras morir, el cuerpo de Rúhu’lláh cayó al suelo junto al de su padre, pero repentinamente se puso en pie, y falleció varios metros más allá. Esto asustó mucho a Hajibu’d Dawlih, tanto que salió corriendo y gritando de la habitación.
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