Shaykh Hasan-i-Zunúzí, que había servido a el Báb durante Su cautividad en Ádharbáyján, vivía ahora en Karbilá, habiendo recibido instrucciones de el Báb Mismo de ir a esa ciudad santa y establecer allí su hogar.
Shaykh Hasan había sido discípulo de Siyyid Kázim-i-Rashtí y había llegado por primera vez a la presencia del Báb durante el peregrinaje de este a las ciudades santas de Irak, mientras aún vivía Siyyid Kazim. Más adelante, Shaykh Hasan Le sirvió como amanuense en Máh-Kú y luego en Chihríq.
Cuando se enteró el Báb de que Quddús y Bábu’l-Báb estaban ambos sitiados en Mázindarán, urgió a los babíes a ir a ayudarles y le dijo a Shaykh Hasan: "Si no hubiera sido por Mi encarcelamiento en esta montaña intrincada, hubiera sido mi deber ineludible ir en persona a ayudar a Mi amado Quddús. Pero no es este tu caso. Yo quiero que vayas a Karbilá y esperes el día en que puedas contemplar con tus propios ojos la Belleza del Husayn Prometido. Acuérdate de Mí en ese día y ofrécele Mi amor y sumisión. Te estoy confiando una misión importantísima. Cuidado que tu corazón no vacile y olvide la gloria que se te ha dado".
Shaykh Hasan hizo lo que se le había pedido y estaba entonces en Karbilá, hasta que un día de octubre de 1851 se encontró cara a cara con Bahá'u'lláh, por primera vez, dentro del Santuario del Imám Husayn y reconoció en Bahá’u’lláh h al Husayn del que le había hablado el Báb. Lo hubiera gritado desde los tejados, pero Bahá’u’lláh le contuvo.
Durante esos meses de estancia de Bahá’u’lláh en las ciudades santas de Irak, muchos otros alcanzaron Su presencia y se volvieron devotos de Él. Entre ellos estaban Mírzá 'Abdu'l- Vahháb, aquel glorioso joven de Shiraz; Shaykh-' Al í Mírzá, también de Shiraz y sobrino de Shaykh Abú- Turáb, el Imám-jum'ih de esa ciudad que para proteger al Báb había hecho frente a sus atacantes; y Mirzá Muhammad-' Alí, médico bien conocido de Zanján que, años más tarde, tuvo una muerte de mártir.
Durante este período de ausencia de Bahá'u'lláh de Irán, habían tenido lugar cambios dramáticos. De forma sorprendente y como resultado de envidia y temor, Násiri’d-Din Sháh había destituido a Amír Kabír y le había enviado a Káshán, dando instrucciones a Hájí 'A1í Khán, el Hájibu' d -Dawlih (quien antes de mucho tiempo perseguiría a los seguidores del Báb con cruel matanza, y asesinó a Varqá), de dirigirse a esa ciudad y matar al ex Ministro. Mírzá Nasur'lláh-i-Núri, conocido como Mírzá Áqá Khán, que había sido nombrado Gran Visir y escribió a Bahá’u’lláh pidiéndole que volviera a Irán.
H.M.BALYUZI “Bahá’u’lláh el Rey de la Gloria” Capítulo 13 Editorial Bahá’i de España
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