Siyyid Kázim escribe en su libro Dalílu’l-Mutahayyirín: “una noche nuestro maestro vio en sueños al Imám Hasan, ¡sobre él sea la salvación! Esta Alteza puso su bendita lengua en la boca de éste. De la adorable saliva de su Alteza, extrajo de él las ciencias y el socorro de Dops. Era de gusto almibarado, más dulce que la miel, más perfumada que el almizcle, y aún más cálida. Cuando volvió en sí tras despertar del sueño, se transmutó en lo más íntimo, irradiaba las luces de la contemplación de Dios, rebosaba en un puro desbordar de obras buenas y quedó por entero separado de todo lo que no fuera Dios. Su creencia y confianza en Dios aumentaban al tiempo que lo hacía su resignación a la Voluntad del Altísimo. Por su excesivo amor y por el deseo impetuoso que brotaba de su corazón solía olvidarse de comer y aun vestirse, excepto lo imprescindible para no morir”.
Fuente: Los Rompedores del Alba, pág 136
Sueño de Shaykh Ahmad
Publicado por
Daniel Mantas
martes, 24 de noviembre de 2009
Etiquetas: Shaykh Ahmad
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